Etapa exigente y protestona que considero clásica desde el punto de vista de las consideraciones y temáticas literarias. Hurgo, desde dentro de mí, el espacio exterior; salgo, cual roedor de su madriguera, y veo que no me gusta lo que atisbo.
Cuento la vida siguiendo su guion y a través de retazos individuales que se van engarzando según ese trascurrir.
La vida contada por etapas… El amor como motor de la vida, el crecimiento a través de la formación, el ocio, el lugar de residencia… La profundidad del sentir y de los pensamientos, la amistad, la cultura y filosofía… Y a través de los más diversos elementos para articularse: palabras, canciones, mapas de localizaciones, índices, y demás ordenaciones para tener el mundo controlado.
De estilo más pausado y suave, continúa Vida sensacional un año más, entre el pasado y el presente, dos versiones, de ahí el binomio.
La amistad. Los enamorados. Y el desenlace: Son las tres partes de esta novela que pretende ser de un relato de toda la vida.
La vida que comulga con la muerte. Y esta con el esperado revivir, que otros llaman renacer. Esperando que los dioses nos concedan, a cada cual, lo imaginado.
Con este libro sobre la vida e ideas de Andrés y de desenlace explosivo, se ha pretendido azuzar el arte de la reflexión. Poner en tela de juicio esta nuestra sociedad en la que la reflexión se ve mermada, que prioriza la cantidad de información a la calidad de la misma. No en vano, los medios de comunicación saben responder fielmente al más burdo de los capitalismos que ha existido y resultan ser sus mejores sicarios.
Los seres humanos más apartados, los enajenados y hasta los enfermos sociales, han sido insultados toda la vida por el maldito poder, que siempre impone la opinión más estandarizada y tosca, que pretende justificar todas sus tropelías y más altos atropellos.
Mal pueblo bajo seremos los que acatemos, sin más, estas fraudulentas ideas, subyacentes en nuestra sociología popular.
La niñez, los cambios, el amor, una narración clásica y ese guiño frente a un mundo paradisíaco.
Porque los sueños tienen mucho de realidad transformada.
Con esta narración fluida y de pretendido buen humor, la supuesta poesía mía, y hasta mi presunto arte, intentan contener la voracidad de los monstruos que viven en el espacio exterior. Como también en mi interior.
De la ironía paso a la crítica y me “supero” con la diatriba que concluye mi sátira ulterior. De la crisis existencial a la catarsis.
Pero insisto, solo en esa intrahistoria de mis novelas es donde podéis encontrar mis mayores intenciones y deseos. Y vuelvo a insistir, el humor es hijo de las buenas personas que han superado sus peores demonios, y que aman de verdad.
Jaime quiere hacer un cambio en su vida de escritor, y lo hace a su manera. Cree haber encontrado la solución a su pluma hipócrita de estos últimos años. Ambientada en cierto escenario de nuestro mundo literario contemporáneo, que incluye a una editorial y un editor incluso, la nueva alma parece transmigrar finalmente por el buen camino. ¿Y cuál es el buen camino? Surgen también, como si fueran gotitas de rocío que el sol pronto va a evaporar, como vidas muy cortas, Tino y Andrea.
Es la infancia de los años sesenta y principios de los setenta. Mientras pasaban tantas cosas a mi alrededor, uno pillaba lo que podía y como creía conveniente. Ciertas cosas eran de los mayores, mientras que lo inmediato, el juego, los juguetes, los tebeos, la música, el cine y la buena tele, el colegio, las primeras ideas, el barrio y la religión, tenían toda mi prioridad. A pesar de los primeros desengaños, de las enfermedades y de los elementos extraños que nos aterrorizaban a muchos niños, la alegría era la base de la infancia; después llegará lo que a la larga puede ser hasta un desengaño, incluso una estafa.
A pesar de ello, tras la adolescencia, que tumba todas las realidades infantiles, se da un paso más hacia adelante, cuando la misericordia y la compasión dan lugar al verdadero amor humano.
Un poco de aire fresco en esta marejada de mar gruesa.
¿Qué mejor manera de ver la vida que en unas vacaciones de verano. Cuándo las personas nos damos más a lo que somos y pensamos, alejados del maldito estrés de la ciudad?
Se podría decir que el libro se compone de dos partes: la sincrónica, y la diacrónica.
Es en esa manera dividida en la que se refleja muy bien el protagonista de la obra.